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En la actualidad


En Yeguada Molero Malo, el tiempo ha sido aliado y testigo. A lo largo de los años, hemos logrado fijar en nuestros caballos una serie de rasgos que los hacen fácilmente reconocibles, que hablan de un trabajo constante, de una visión clara, y de un hierro que ya tiene alma propia.

Son caballos, en su mayoría, de capa castaña o negra, con buena alzada, presencia imponente y un volumen que llena la mirada. Sus líneas superiores son armónicas, sus grupas, poderosas, y su estructura, firme y bien aplomada.

Pero más allá de la forma, siempre hemos buscado la función. Desde el primer día, quisimos que nuestros caballos se muevan, trabajen, sirvan, que respondan al jinete con entrega y equilibrio.

Perseguimos un movimiento racial, con acción viva de rodilla y fuerza real desde atrás, caballos que empujan con el corazón, que se expresan con el cuerpo y que llevan la esencia del Pura Raza Española grabada en cada paso.

Buscamos caballos capaces, sí, pero también equilibrados en mente y corazón. Con carácter noble, sereno, y una entrega sincera cuando llega la hora del trabajo.

Hemos trazado una senda clara, una serie de rasgos que guían nuestro criterio, para criar caballos enrazados, auténticos Pura Raza Española que unan la funcionalidad con la belleza.

En esta búsqueda incansable, seleccionamos animales que encarnan estos valores, que atesoran en sus genes la riqueza morfo-funcional de una ascendencia forjada con rigor y tiempo.

Queremos que cada uno de ellos hable, con su presencia, del orgullo, la calidad y la esencia verdadera del caballo español.

Todo lo que hoy somos descansa sobre dos pilares firmes que han guiado nuestra senda. El primero: una selección rigurosa de nuestras yeguas madres, fruto del conocimiento ganadero heredado, y del tiempo, que con paciencia confirma lo bien hecho. El segundo: la elección meditada de los sementales, compañeros de linaje elegidos con la mirada puesta en el futuro, con el corazón en la tradición y el coraje de rectificar cuando el camino lo pedía.

Nunca nos faltó rumbo, pero tampoco humildad para cambiarlo si la cría lo exigía. Hoy, con la experiencia como faro, confiamos el alma de la yeguada a dos sementales castaños, símbolo de la solidez alcanzada y promesa de lo que está por venir.

Por un lado CHIQUILLO VI, semental castaño del hierro de don José Luis de la Escalera y con una alzada de 1,72m. Desciende de dos de las lineas más funcionales de este hierro, y que tienen en ENTENDIDO XX y en VINATERO III su origen.En esta linea, varios han sido los ejemplares que han estado compitiendo a nivel Gran Premio de Doma. Buen exponente de ello es CURIOSO XXV, también hijo de DOMINANTE XVI.

CHIQUILLO VI ha sido largamente reconocido en los concursos morfo-funcionales donde consiguió un gran número de medallas y varios premios a los mejores movimientos, así como varios Campeonatos y Subcampeonatos de la Raza. Obtuvo una meritoria cuarta posición en el Campeonato de España 2007 en la sección de Potros de dos años.

Por otra parte, Colombiano X , semental castaño calificado del hierro de Bohórquez. Obtuvo una meritoria cuarta posición en el Campeonato de España 2002 en la sección de Potros de tres años.

Hijo del Campeón de España “Rondeño XI” y de “Colombiana II”, “Colombiano X” es descendiente directo de las dos líneas genealógicas más importantes y demandadas en la actualidad “Lebrijano III” y “Albero II”, abuelos de “Colombiano X”, son los fundadores de dos estirpes de caballos funcionales y con belleza dentro del Caballo Español.